MAS TEMPRANO QUE TARDE

“Tienes estudios superiores y un buen negocio, ¿para que quieres entrar en política? “.
Aún me asombro cuando recuerdo la frase que me espetó un destacado dirigente del partido socialista y hombre poderoso del ayuntamiento de mi pueblo, Coin.
Creo que esa frase resume por si sola toda la problemática y la causa primigenia del divorcio absoluto entre la sociedad y la política. El problema no es la cosa pública, ni los políticos, el problema es España y su actual sistema político de listas cerradas , un sistema que favorece (incluso fomenta) el desarrollo de políticos profesionales, escaladores, arribistas y mediocres hombres y mujeres que utilizan la ‘escusa’ del ya manido término del ‘servidor público’ para solamente lucrarse personalmente.
La población española ‘odia’ profundamente a los políticos por varias razones, entre las que me atrevo a encabezar la del uso de una gran parte de estos de la política como medio de vida y laboral. Personas que en la vida privada no tendrían oportunidad de trabajar en nada cualificado ni en empresas ni centros importantes, ganan en política mucho mas que los propios emprendedores, trabajadores cualificados ; más que por así llamarlo, la elite profesional del país.
En medio de una gran crisis y en donde casi todas las administraciones buscan desesperadamente como reducir gastos, solo una, Galicia, ha decidido suprimir un centenar de altos cargos que claro está, no servían para nada más que colocar y re-colocar a todo el batallón de garrapatas que arrastran los partidos políticos, compuestos en la mayoría por gente sin formación y a la que le es imposible introducir en el mercado laboral con un curriculum inexistente o lamentable, y claro esta: ¿Qué pasaría si hubiese en España listas abiertas y los ciudadanos que entrasen en política sean aquellos que con una gran conciencia social y ganas de mejorar su pueblo, su ciudad y en definitiva la vida de la gente dejasen sus trabajos por un tiempo y formaran parte de la vida pública?muy sencillo, lo que ocurriría muy probablemente es que no habría Diputaciones provinciales, ni delegaciones de las consejerías en las provincias, ni 60 cargos de confianza por alcalde, ni diputados provinciales con coche oficial, ni infinitos puestos que no sirven para nada y que están creados únicamente para ex de todo tipo.
España no va a soportar por mucho mas tiempo ver como las administraciones públicas se llenan de mediocres parásitos cegados por el poder y el dinero mientras recae sobre las clases medias la subida de impuestos con la que nos azota a modo de arrepentimiento por decir que bajar la presión fiscal era de izquierdas nuestro presidente recientemente transformado en socialdemócrata.
Contaba ayer Rafael Porras que un viejo congresista inglés aconsejo a un joven deseoso de entrar en política que primero terminara una carrera, se formase bien, trabajara en una empresa buena e hiciese un buen patrimonio y un buen curriculum, luego buscase una circunscripción y se presentara. Hoy día, quien hace algo así en España es un bicho raro, le miran mal y le hacen preguntas parecidas a la de la primera frase de este artículo.
El gran problema de la política actual es el bajo nivel existente originado por las listas cerradas y la disciplina partidista, que nos conduce a las asambleas de la URSS en las que el que se mueve no sale en la foto (Guerra dixit). Y no se mueven porque la gente que no tiene a donde ir y donde trabajar teme mucho no salir en la foto, le va la vida en ello. Nunca cambiará nada si puede peligrar su puesto, no transformará si teme ser cesado, no le será ilusionante un futuro de progreso, solo piena en su propio futuro. Con eso ya tiene bastante.
Creo que ya es hora que desde dentro del partido socialista al que orgullosamente nos vemos ligados y unidos (tal vez más por el pasado que por el presente) alcemos la voz contra los que utilizan nuestro partido para fines exclusivamente personales y lucrativos. Tenemos que ser cada vez más los que mantengamos firmes un discurso de cambio, de austeridad y de progreso y censuremos el inmovilismo y el despilfarro tanto en las administraciones que gobernamos y en todas las asambleas municipales .Que vigilemos cada puesto, cada sueldo, cada dieta y cada desplazamiento, por muy conocido que sea la persona que lo utiliza. Olvidar que todos esos puestos los pagan los contribuyentes es una ofensa terrible a una sociedad que creemos justa.
Es ya la hora de que se enteren los ciudadanos que otro políticos son posibles, que además de los políticos profesionales a los que la gente detesta hay personas en todos los pueblos y en todos los partidos que únicamente quieren ver como mejora la calidad de vida de donde residen, entre los que me incluyo e incluyo a centenares de personas que conozco y a los que no nos dejan espacio aquellos a los que cito en este arículo por miedo a perder su rentable poder.
¿Para cuando una reforma del sistema electoral? No lo sé, supongo que no interesa a una clase política que en general es una clase profesional de la política. Una grandísima mayoría de diputados y senadores no ha ejercido nunca otra actividad que la pública.
Obama entro en política con 37 años, hasta entonces fue abogado, líder estudiantil, trabajo por los derechos humanos, cuidador de enfermos, etc….No es de extrañar como es ya un icono, creíble e ilusionante. En España tenemos justo lo contrario y en Málaga tenemos un presidente de Diputación que cobra 100000 euros y no ha sido capaz de ganar ni en su pueblo de 2000 habitantes.
Tenemos lo que nos merecemos. Yo no se ustedes, yo desde mañana voy a trabajar por que esto cambie. Y tenía razón el chileno, mas temprano que tarde el cambio llegará. Y venceremos.

Artículo enviado por Salvador Gossens